20 de septiembre de 2013

La corrupción y el paro están destruyendo España

La corrupción y el paro están destruyendo España
 

Por lo tanto pienso que quizás si se implantaran algunas de estas ideas quizás se mejoraría en algún sentido.

1º: Hacer leyes severas contra la corrupción, y los ciudadanos deberíamos denunciar todos aquellos abusos de los que tengamos conocimiento.

2º: Mimar a los ciudadanos que aporten energía e ideas a la nación, crear plataformas abiertas y colaborativas, aprovechar la valiosa inteligencia colectiva, de esa forma los políticos lo tendrán más crudo para hacer fechorías.

3º:  Fomentar la participación activa de los ciudadanos, esto nos lleva a pasar de un esquema de pensamiento lineal y unidireccional regido por la clase política corrupta que tenemos, a otro descentralizado, interdependiente y multidireccional, y  esta mudanza supone a su vez el pasaje de una lógica de relaciones competitivas y excluyentes a otra de vínculos colaborativos e inclusivos.

4º: Solo se presentaran las personas mejor preparadas y más capaces para ocupar los puestos de gestión de la nación, para ir a la luna se hace una gran selección entre la gente más capaz y mejor preparada para la misión que se les va a encomendar, gobernar España es una gran misión, elijamos a los mejores gestores, a los que hayan demostrado su valía, no a charlatanes de feria

5º: El que opte a la presidencia tiene que destacar por su coraje, aptitud y su resolución, y haber demostrado antes sus actitudes, un buen Presidente no tiene que tener amigos en la administración, un buen Presidente tiene que concéntrese exclusivamente en gestionar bien para todos los españoles, y aplicar nuevas iniciativas para solucionar los problemas que ya existen y los que vendrán.

6º: El gobierno tiene que  garantizar a los individuos la conservación de lo que les pertenece y hacer una justa distribución de la riqueza, lograr el máximo bienestar para el máximo número de ciudadanos y llegar a la igualdad, pero teniendo en cuenta que la igualdad no significa que todos los miembros tengan la misma cantidad de dinero y posesiones, si no que todos los ciudadanos sean igualmente libres para gestionar su vida, también evitar la mayor cantidad de dolor y daño para el mayor numero de personas.
 
7º: El gobierno tiene que ser flexible en las negociaciones con los ciudadanos y llegar a acuerdos que sean justos para la mayoría de ellos.
8º: Los gobernantes no deben de ser orgullosos y tercos, no deben creer que están en posesión de toda la verdad, tienen que investigar qué es lo que opinan los demás y si encuentra una idea mejor que la suya, cambiar.

9º: El gobierno tiene que ser justo,  debe fundarse en un sistema de supervisión y equilibrio

10º: Los gobernantes tiene que hacer  leyes, que sean claras, con normas rectas y congruente con las normas, que sean aplicables a todos sin excepciones, inmutable y perdurable con los tiempos, leyes que nos lleven y nos obliguen a cumplir con nuestros deberes, leyes que nos amparen firmemente de las lacras que por desgracia genera esta nación, leyes que con sus dictados y con sus prohibiciones nos ayuden a tener una sociedad mejor y más justa.

 
Pretender conseguir un sistema perfecto es una mera utopía, quizás ni eso, yo creo que es más bien llanamente imposible.

He leído sobre el anarquismo, el comunismo, el capitalismo, el totalitarismo… Y estoy de acuerdo con todos ellos y con ninguno.

Las normas y los valores morales son una creación, no un descubrimiento, por lo que están atadas al cambio.

Resumiendo, para buscar un sistema perfecto, primero tendríamos que encontrar los objetivos de la vida, pero estos cambian según cada persona, así que he llegado a un callejón sin salida.

El sistema perfecto no existe, así que muévete por tus conveniencias, ideales o lo que creas más correcto, pero muévete tú, no dejes que te muevan.
 
JClemente.

17 de septiembre de 2013

Sí engañan los diputados a los periodistas


Así engañan los diputados a los periodistas: Posada (PP) oculta su sueldo y Jáuregui (PSOE) su fortuna

 

Jesús Posada, jaleado por los diputados: el vivo ejemplo de la desfachatez parlamentaria
El presidente del Congreso, Jesús Posada (PP), y el portavoz del Grupo Socialista en la Comisión Constitucional, Ramón Jáuregui (PSOE) protagonizaron esta semana un caricaturesco espectáculo en televisión. Entrevistados en los aledaños de la Cámara Baja por el popular “Gonzo”, periodista de La Sexta, Posada ocultó su sueldo y sus prebendas como presidente, mientras que Jáuregui -que también omitió datos al periodista- fue algo más sincero: viaja en “preferente” porque sale más barato que hacerlo en “turista”. “¡Qué buena empresa es el Congreso!”. Le replicó el periodista. Y Jáuregui lo corroboró: “¡Fantástica!”. A pesar de su cómica desfachatez, ambos políticos ocultaron datos sobre su situación financiera y “Espía en el Congreso” los desvela.
Jesús Posada es un funcionario soriano que pertenece al “cuerpo de administradores superiores del Estado” aunque desde que entró en política hace ya muchos años pasó a situación de “servicios especiales”, por los cuales cobra 5.610 euros al año sin trabajar, pues estos altos funcionarios han conseguido “trienios” que el Estado les abona aunque no ejerzan ya su empleo.
Parecía que “Gonzo” iba a conseguir saber el sueldo de Posada, aunque estuvo cerca…
Tras la aprobación de la nueva Ley de Transparencia, el periodista “Gonzo” entrevistó a Posada, que declaró que “en la página web del Congreso ya se explican todas las obras, los contratos… pero debe haber más transparencia”. Y para demostrarlo, enseñó su móvil: “para mí es un instrumento de trabajo”. Como el aparato y el consumo lo paga el Congreso, “Gonzo” solicito saber su coste, y Posada contestó impávido: “Si manejara la página web, esa que digo que yo no manejo, sí lo podría saber. Ahí se sabe lo que cuesta todo el teléfono y basta con dividir por el número de diputados”.
Posada reconoció que, en efecto, no sabe “manejar” la página web del Congreso y aunque esto produzca extrañeza entre los usuarios de internet, este “Espía en el Congreso” ya denunció que, por su experiencia a diario, sabe que casi la mitad de los diputados y senadores españoles son “analfabetos digitales” y apenas “manejan” el correo electrónico. Incluso algunos ni eso, pues poseen una legión de secretarias que se los contestan. Resulta difícil de creer, pero la prueba está al alcance de cualquier ciudadano: pueden enviarles un correo (la lista figura (incompleta) en esa famosa “página web” y verán como, cuando y qué les responden. Ya solo el verbo empleado por Posada (“manejar”, como si de un coche o un avión se tratara) delata que no está familiarizado siquiera con una página web.
Posada ha sido acusado de corrupto numerosas veces, pero su filosofía es siempre la misma: fumarse un puro y esperar a que escampe
Apelando a la ley de Transparencia, “Bonzo” intentó conocer el salario de Posada. Este fue el alucinante diálogo:
- ¿Nos podría decir cuál es el sueldo que tiene como presidente del Congreso?
- Pues se lo voy a decir
- Muchas gracias…
- Yo estoy dispuesto a publicar mi nómina, pero siempre que quede claro lo que se me retiene, porque se me retiene mucho, como es lógico, porque es un sueldo alto…
- No nos lo va a decir el neto que recibe…
- No, no me parece bien. Yo tengo el dinero, que insisto, está ahí.

Como Posada no lo dice, lo vamos a desvelar nosotros. Estos son los ingresos de Jesús Posada:
5.610  - euros. Ministerio de Fomento (trienios)
22.100  - euros. Rendimientos de capital inmobiliario
6.428 - euros. Arrendamiento de locales comerciales
15.370  - euros. Arrendamiento de finca rústica
13.125  - euros. Cuentas corrientes
70.000  - euros. imposición a plazo
193.000  - euros. fondo de pensiones
61.000  - euros. acciones BBVA
49.000  - euros. acciones Banco Santander
134.000  - euros. acciones Repsol-YPF
111.000  - euros. acciones Telefónica
3.900  - euros. acciones Prisa

173.04 - Sueldo anual como presidente del Congreso a razón de 4.420  euros  mensuales netos, dietas, viajes, retribución en especie y otros privilegios aparte que ahora explicaremos.
- Cantidad pagada por IRPF: 29.535 e.
Pepe Bono (PSOE) y Jesús Posada (PP): los ex presidentes de las cámaras están unidos por un secreto: su pensión millonaria
El retiro de Posada será de 300.000 euros anuales de pensión, pues su antecesor, el socialista Pepe Bono, fue lo que se auto asignó y lo que recibirán otros ex presidentes como Federico Trillo (PP), Manuel Marín (PSOE), Luisa Fernanda Rudi (PP), etc… Posada ha declarado que posee en Soria: 2 casas, locales comerciales y “prados”, una finca en Ciudad Real. Nada ha dicho de Varma, su empresa de distribución de alcohol, que posee con su familia y su mujer, pero que figura a nombre de estos. Eldiario.es le acusó además de corrupción y diversos delitos fiscales.   
El caso del dirigente del PSOE Ramón Jáuregui es prácticamente idéntico. Cuando “Gonzo” le pregunta cuánto gasta al mes en el móvil que le sufragamos los contribuyentes, Jáuregui responde con desparpajo porque aunque no tiene ni idea dice que es barato: “El Congreso paga una cantidad supongo que no muy grande” e incluso reconoce que lo usa para llamadas privadas: “el 90% de las llamadas son profesionales, pero admito que algunas son particulares, claro”.

Cuando el periodista le pregunta cuánto gasta en su teléfono particular, Jáuregui sí que conoce lo que sale de su bolsillo: “unos 100 euros” mensuales. Pero no ve la diferencia: “Sí probablemente sí, es verdad, pero esta es una prestación que tienen miles de ejecutivos de las empresas en España y en todo el mundo“. Y es que los políticos españoles se sienten “ejecutivos” y como tal reclaman ser tratados.
Ramón Jáuregui era sindicalista de UGT hasta que se hizo aún más millonario con el PSOE
Jáuregui reconoció ganar 2800 euros de sueldo, pero llega hasta los 4000 euros con las dietas. No tiene que justificarlas porque “se supone que venimos tres veces al mes aquí”, situación que al menos durante los meses de agosto y enero, además de los largos “puentes” de hasta 15 días que se cogen diputados y senadores, no se cumple a lo largo del año ni se controla por las cámaras. Pero vamos a ver lo que no le dijo Jáuregui a “Gonzo” sobre sus ingresos. Estos son los del año 2012:

102.000  - euros. sueldo de europarlamentario, ministro, artículos y conferencias
72.000  - euros. fondo de pensiones
10.700  - euros. Plan de Prevención Social Empresarial  contratado por las Cortes Generales
21.600  - euros. depósitos
7.728  - euros. cantidad pagada por IRPF
Nada sabíamos que existía un “Plan de Prevención Social Empresarial contratado por las Cortes Generales”, quienes son sus beneficiarios, cuanto nos cuesta y en que consiste, porque nadie lo declara ni nadie pregunta sobre él. De hecho, gracias a este diputado por Álava lo conocemos, pues al menos tuvo la deferencia de realizar una declaración complementaria para desvelarlo. Jáuregui confiesa poseer también una “vivienda unifamiliar en Segovia” (ósea un chalet), 50% de un piso (a medias con su esposa, claro) y una furgoneta Renault Space. Pero es cuando el millonario Jáuregui se desplaza, cuando más se le ve el plumero: “cuando viajo fuera lo hago en preferente porque mis billetes son más baratos que en turista: un día pedí un billete en turista y era más caro que la tarifa que tiene el Congreso”.
- ¡Que buena empresa es el Congreso!, le replica el periodista
- ¡Fantástica!, corrobora Jáuregui.

Jáuregui ha ahorrado tanto con lo amasado en política que ya tiene el futuro asegurado
Y es que los políticos españoles creen que viajar en turista es más caro que en preferente, piensan que el teléfono y la tableta que usan gratis sale “muy barata”, aunque desconocen el precio del servicio, les da vergüenza decir lo que ganan porque en estos tiempos de colapso económico con 6 millones de españoles parados, 2 millones de exiliados y 1 millón de niños malnutridos aún no se ha decretado una emergencia nacional y ellos disfrutan y viven como reyes no con su esfuerzo, emprendimiento o trabajo, sino con el dinero de los demás. Por eso Jáuregui no tiene reparos en reconocer que nada cambiaría si supiera cuanto nos cuesta su labor a los ciudadanos: “No creo (que cambiara nada). Yo creo que hacemos lo que tenemos que hacer en general. Habrá excepciones…”.

8 de septiembre de 2013

Cómo gobernar un país


Cómo gobernar un país
Una guia antigua para políticos modernos

Philip Freeman, especialista en lenguas clásicas, recupera en una breve antología el pensamiento político del cónsul de Roma en la obra Cómo gobernar un país (Crítica) que bien constituye, como reza su subtítulo, una guía antigua para políticos modernos. Una guía que diecinueve siglos después sigue de plena actualidad.

Cuando Cicerón fue nombrado cónsul de Roma el gobierno constitucional de la República se estaba desmoronando. Las facciones políticas del momento se negaban a escucharse, la economía estaba estancada y el desempleo se había erigido como la principal amenaza para la estabilidad ciudadana. Cicerón, un conservador moderado, llegó al poder con la esperanza de recuperar el pasado glorioso. La realidad del poder, sin embargo, se lo impidió.

Apenas tres años después de su ascenso a lo más alto de la República, los que hasta el momento habían sido sus aliados le pararon los pies. Pompeyo, Craso y Julio César formaron un triunvirato con el que gobernar la República entre bastidores. Lo invitaron a unirse a ellos, pero Cicerón no quiso relación alguna con la autoridad ilegítima. Años más tarde Cicerón sería ejecutado. Antes, tuvo suficiente tiempo para escribir numerosos ensayos, tratados y cartas en los que ponía reglas, aconsejaba y delimitaba, siempre a partir de su propia experiencia, sobre cómo debe funcionar un buen gobierno.

Estos son diez los consejos que Cicerón lanzaría hoy día a nuestros políticos españoles.

Para que tomen nota Rajoy y todos los presidentes regionales.

1. La corrupción destruye a la nación

El consejo no podía ser más apropiado para el tiempo actual. Para Cicerón, la corrupción se había convertido en un verdadero cáncer que devoraba el corazón del Estado. Para la historia quedará el discurso de Cicerón en el juicio contra Gayo Verres, antiguo gobernador de la isla de Sicilia cuya forma de gobierno se convirtió en paradigma del político depravado. En sus palabras, Cicerón demostró no sólo una lucha férrea contra la corrupción sino que prometió enfrentarse a todos aquellos que se atrevieran a defender al corrupto.

2. La inmigración fortalece a un país

Cuando se cumple un año de la expulsión del Sistema Nacional de Salud de cerca de un millón de inmigrantes irregulares, los consejos de Cicerón se hacen más valiosos que nunca. Roma pasó de ser un pueblecito a un imperio poderoso gracias a su política de acogida de nuevos ciudadanos a medida que se extendía por el Mediterráneo. Hasta los esclavos podían llegar a ser integrantes plenos de la sociedad y tener derecho a voto. Los ciudadanos nuevos aportan, a su juicio, nueva energía e ideas a las naciones.

3. Jamás hay que empezar una guerra injusta

Esta máxima de Cicerón cobra especial importancia el fin de semana en el que se ha conocido el apoyo del Gobierno de Mariano a Estados Unidos en su intención de atacar Siria. "¿Cómo os sentís vosotros sabiendo que una sola orden ha bastado para causar en un día la matanza de miles de ciudadanos romanos? (...) Para que un conflicto sea justo es preciso anunciarlo y declararlo, y que tenga por fin la restitución del bien perdido", escribe. En este caso, parece cuanto menos dudoso, que el objetivo último de Estados Unidos en Siria sea restituir el bien perdido.

4. La inteligencia no es mala

Para Cicerón los dirigentes de una nación deben ser los más perspicaces del país. Si los dirigentes no poseen un conocimiento meticuloso de aquello de lo que hablan, sus discursos no serán más que una mera cháchara de palabras vanas y sus actos estarán mal informados hasta extremos peligrosos. "Para elaborar un discurso no importa sólo la elección de las palabras, sino también su correcta disposición (...) la agudeza, el humor, la erudición propios de un hombre libre, así como la rapidez y la brevedad a la hora de responder o atacar, que siempre irán ligadas a un encanto sutil y a un claro refinamiento".

5. El gobernante debe poseer una integridad excepcional

Sobre este aspecto, Cicerón destacaba que el buen gobernante debe "destacar por su coraje, aptitud y su resolución". "En nuestra nutrida ciudadanía son multitud quienes aspiran a la revolución y a la caída del Estado por tener el castigo que se merecen las faltas que saben haber cometido", escribe. En su opinión presidir un país es como gobernar una nave, sobre todo cuando empiezan a soplar vientos de tempestad: si el capitán no es capaz de mantener un rumbo constante, la travesía se resolverá en desastre para cuantos viajan a bordo.

6. No hay que subir los impuestos

Salvo que sea excepcionalmente necesario. El propósito principal de un gobierno consiste en garantizar a los individuos la conservación de lo que les pertenece y no la redistribución de la riqueza. Pero también condena la concentración en manos de una minoría selecta. "Quien gobierne una nación debe encargarse de que cada uno conserve lo que es suyo y de que no disminuyan por obra del Estado los bienes de ningún ciudadano", señala.

7. La negociación es necesaria

En una época en la que el Partido Popular aplica su mayoría parlamentaria como un rodillo para negarse a negociar las leyes que regirán el destino del país conviene recordar vehementemente este consejo de Cicerón. En su opinión, la adopción de posturas inflexibles es una irresponsabilidad. Negarse siempre a transigir no significa fortaleza sino debilidad. "Cuando hay un grupo de personas que gobierna una república por el hecho de tener riquezas, abolengo o cualquier otra ventaja, cabe considerarlo una facción, aunque ellos se quieran llamar próceres", dice.

8. Tener a los enemigos cerca

Escribe Cicerón que los dirigentes fracasan cuando subestiman a sus amigos y aliados. Por ello, recomienda al buen gobernante asegurarse de saber qué está haciendo el adversario. En su opinión, el orgullo y la terquedad no son lujos que el buen gobernante se pueda permitir. No es un mal consejo para aplicar en el caso Bárcenas.

9. El equilibrio de poderes

Un gobierno justo debe fundarse en un sistema de supervisión y equilibrio. Señala que hay recelar del dirigente que elude las leyes constitucionales so pretexto de la necesidad de conveniencia o seguridad. En este sentido aporta que hasta los monarcas más nobles se trocarán en tiranos si nada restringe su reinado. Cicerón advierte que no es difícil que de la virtud nazca el vicio y que "el rey degenere en déspota, la aristocracia, en facción, y la democracia, en turba y rebelión".

10. Leyes universales que gobiernan la conducta de los asuntos humanos

Cicerón creía en la existencia de leyes divinas, no sujetas al tiempo ni el espacio, que garantizan las libertades fundamentales de todos los seres y constriñen la conducta de los gobiernos. "La verdadera ley constituye, en efecto, una norma recta y congruente con la naturaleza, aplicable a todos, inmutable y perdurable, que nos lleva a cumplir nuestro deber con sus dictados y con sus prohibiciones nos aparta del mal".