Un sistema fiscal teóricamente perfecto
Un sistema fiscal teóricamente
perfecto
El Informe Mirrlees propone el
modelo tributario ideal hacia el que se debería tender
El Instituto de
Estudios Fiscales británico (IFS, en sus siglas en inglés) encargó en 2006 al
premio Nobel de Economía James Mirrlees el diseño de un sistema tributario
óptimo. Este centro privado e independiente, dedicado a la investigación
económica, que goza de gran prestigio académico, le encomendó “identificar las
características de un buen sistema de impuestos para una economía abierta del
siglo XXI y sugerir cómo el sistema impositivo británico, en particular, podría
reformarse para aproximarse a ese ideal”.Durante más de cuatro años, el profesor Mirrlees se rodeó de los mejores
académicos en temas tributarios. Creó un comité formado por nueve miembros bajo
su liderazgo. Celebró multitud de reuniones en Londres y en Oxford en las que
participaron hasta 60 expertos organizados en grupos de trabajo reducidos. El
resultado fue un voluminoso informe que presenta una serie de recomendaciones
fiscales como un “ideal al que tender”, señala Julio Viñuela, responsable de la
traducción de la obra dirigida por el premio Nobel y publicada hace unas
semanas en España por la Fundación Ramón Areces. Viñuelas hace una serie de
precisiones sobre la ambiciosa obra: “No pretende hacer sugerencias o
recomendaciones para su aplicación política inmediata”, y recuerda que el
trabajo tiene un enfoque meramente económico, dejando de lado otros aspectos
como el jurídico o el contable.El método del informe Mirrlees choca con el utilizado por el Ministerio
de Hacienda para la reforma del sistema tributario español. Una docena de expertos
escogidos por el Gobierno disponen solo de seis meses para diseñar el nuevo
modelo fiscal.“El informe Mirrlees es técnicamente muy competente. Ha contado con los
mejores profesores desde el punto de vista económico. Es una proeza
intelectual”, señala Emilio Albi, catedrático de Hacienda Pública de la
Universidad Complutense y uno de los mayores expertos fiscales de España, que
advierte de que se trata de un informe académico y que aplicarlo en España
entraña algunas dificultades. “El informe precisa
que el mejor sistema impositivo sería aquel que, para unos objetivos
recaudatorios y redistributivos dados, optimizara el logro de los restantes
objetivos, dentro de las restricciones que impone el contexto económico y
político y la disponibilidad de información”, resume Viñuelas.. El documento advierte de que hay que considerar el modelo fiscal en su
conjunto. “No todos los impuestos tienen que ser redistributivos”. Entre las
principales propuestas que hace el informe impulsado por el Instituto de Estudios
Fiscales británico están:
: Integrar los
impuestos sobre las rentas y los beneficios sociales. La
propuesta consiste, básicamente, en fusionar el IRPF con las cotizaciones
sociales y establecer un único beneficio social (prestaciones, dependencia...)
que reúna todos los existentes. “Con el sistema de prestaciones y subsidios hay
que tener mucho cuidado”, apunta José María Labeaga, que considera que esta
propuesta es “poco factible por la complejidad administrativa y las
dificultades políticas que conlleva”. La idea del Informe Mirrlees consiste en
unir el impuesto sobre la renta con las cotizaciones sociales [las del
trabajador, en una primera fase, y las del empresario,, a largo plazo] y, a la vez, simplificar el sistema de prestaciones
sociales en un único programa. El tributo tendría pocos tramos, dos o tres, y
la tarifa debería ser progresiva y muy simple para calcular. Se eliminarían la
mayoría de las deducciones y desgravaciones. Además, tiene que ser neutral para
no desincentivar la participación laboral en determinados grupos de
contribuyentes [sobre todo, mujeres con hijos en edad escolar y trabajadores
mayores de 50 años] ante subidas de tipos.
El problema de
establecer un único programa de beneficios sociales es que “las situaciones
familiares son cambiantes” y se corre el riesgo de que el impuesto no reconozca
estas variaciones. No obstante, Labeaga señala que el mayor obstáculo a esta
recomendación es que en “España no está por la labor de integrar cotizaciones e
impuestos”, por cuestiones políticas y administrativas. “El inspector fiscal es
pata negra en la Administración Pública, y el inspector de trabajo, no”,
abunda.. Otra de las propuestas del
Informe Mirrlees afecta al impuesto de sociedades. Plantea reducir al máximo
el número de deducciones y establecer solo una por fondos propios, que
sería equivalente al coste de oportunidad del capital de la empresa. De tal
forma que cuantos más recursos propios tenga la sociedad, mayor es la
deducción. Así “se estimularía la llegada de inversores extranjeros a España y
que el que esté no se vaya”, explica Albi. Aunque esta fórmula propuesta por
Mirrlees para el impuesto de sociedades tendría algunas dificultades técnicas
—se pueden resolver porque ya lo aplican en Bélgica o Italia—, el mayor
obstáculo sería la pérdida de recaudación. “La solución”, precisa Albi, “sería
establecerlo a plazos para suavizar la caída de ingresos y compensarla con el
aumento de inversión”. Mirrlees también
plantea alguna
alternativa para el IVA. Defiende que se unifiquen todos los
tipos en uno solo y se eliminen los reducidos. Como defiende que hay que
contemplar el sistema en su conjunto, elimina la progresividad en este
impuesto. Pero Albi considera que en España hay que contar con un tipo reducido
y defender sectores estratégicos como el transporte o el turismo. Para combatir
la baja recaudación de este impuesto respecto a la media europea plantea luchar
contra el fraude.
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