El
pacto PP - PSOE fue amañado en la sombra entre
Mariano Rajoy y Felipe González
para contrarrestar
la sangría de 10 millones de votos.
Mariano
Rajoy y Felipe
González se reunieron el 21 de mayo en la Moncloa para amañar
el último gran pacto entre PP y PSOE. La cita no fue pública, pero ha sido
confirmada por ambas partes. A partir de ahora, socialistas y populares ya no
esconderán tanto su sintonía y buscarán puntos de encuentro, zonas de opacidad
que les beneficien y pactarán “oasis” de críticas políticas para ir tejiendo el
gran acuerdo “derecha-izquierda” que ya se ha hecho en Italia o Grecia para
dejar fuera del poder a los partidos emergentes, como el Movimiento 5 Estrellas
del italiano Beppe
Grillo o la Syriza
griega.
Las
dos formaciones más importantes de la partitocracia española están preocupadas
porque las últimas encuestas son demoledoras: 20 de los 36 millones de
españoles que pueden votar anuncian su abstención, lo que significa que 10,1
millones de españoles han abandonado ya al PP y al PSOE en esta legislatura. La
catástrofe es de tal magnitud, que para salvar el euro y los privilegios del
actual régimen de partidos, ambas formaciones deben unirse frente a la
abstención y a los partidos pequeños que prevén entrar masivamente en el
Parlamento, toda vez que la oposición de los movimientos sociales está
demostrando una absoluta incapacidad para articularse en España. La debacle
afecta también a CiU y algo menos a PNV y Coalición Canaria, partidos que
también han servido de “muleta” a las dos grandes formaciones que han provocado
esta catástrofe laboral y económica. Por su parte, IU y UPyD están satisfechas
porque recogen una pequeña parte del desgaste de PP y PSOE, el suficiente para
poder pactar con ellos e introducir “savia fresca” en el régimen de partidos.
Como profetizó un conocido general español, “todo está atado y bien atado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario