España no tiene arreglo
Voy a emplear el método de René Descartes: Voy
conducir con orden mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y
más fáciles de conocer, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el
conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que
no se preceden.
Pensamientos más simples:
En
estos momentos la mayoría de los españoles da por hecho la corrupción en la
clase política, la percepción
de la situación política por parte de los ciudadanos continúa empeorando y es
calificada como mala o muy mala por un 77,4% de los encuestados en el barómetro
del CIS del mes de enero de 2013, un 1,4% más que en diciembre, frente a sólo
un 2,6% que cree que es buena o muy buena, cosas como éstas me hacen
reflexionar sobre los motivos que llevan a la gente a posicionarse de una forma
tan clara en favor del uno o del otro partido político, máxime cuando en los
últimos tiempos tanto los gobiernos como los partidos que ambos representan han estado
salpicados de escandalosos episodios de corrupción, de ineficacia en la gestión
y de despilfarro del dinero público.
Conclusión primera: a mí de enfurece lo mismo que la corrupción sea del PP, PSOE, CIU, IU, UPyD, CCOO, UGT, cualquier otro sindicato o partido político, lo de que me indigna es que me
roben, me mientan, me engañen...
Todos los días se ve o se oye
algún caso de corrupción o de desatino de la clase política, sin embargo, a
pesar de todo ello, la ciudadanía sigue confiando en los políticos. Son muchos
años ya de alternancia política. Alternancia consecuencia de las elevadísimas
cotas de lealtad que un alto porcentaje de la población les profesa,
independientemente de cuán honestos, honrados, o eficientes gestores sean, siguen
profesando hacia los dos grandes partidos nacionales.
Conclusión segunda: Sin ánimo de ofender a nadie y
desde el más escrupuloso respeto a la libertad individual para ejercer el
derecho al voto en el sentido que cada cual entienda oportuno, no puedo, sin
embargo, dejar de mostrar mi perplejidad ante una conducta que, a priori,
podría identificarse con los rasgos propios de comportamientos fanáticos e
irracionales, te están robando, estafando, engañando, chantajeando pero sigues votando
al mismo partido.
A pesar de lo inmersos que estamos en esta crisis los políticos siguen dedicando más
tiempo al "tú más", tu robaste más, tu eres más corrupto que yo, tú ganas más que yo, y un etcétera, pero eso si ponerse de acuerdo y trabajar juntos para
salir de la crisis, nada de nada.
Conclusión tercera: La crisis política en
España, la tenemos porque en la cabecera de los partidos mayoritarios se han
puesto a personas incapaces de dirigir bien a sus partidos, ni Mariano Rajoy, ni Alfredo Pérez Rubalcaba , ni Cayo Lara, ni Rosa Diez están
a la altura de las circunstancias y como consecuencia así está el país, la sociedad española busca nuevos referentes en los que creer.
De lo poco que yo entiendo de economía he sacado esta conclusión: En
cualquier negocio, empresa, fabrica e incluso en el futbol, el dueño del
negocio, los accionistas o quien sea que mande, como no vean resultados
positivos, el entrenador, gerente o director general se van a la calle, son
despedidos de inmediato y se les busca sustituto.
Conclusión cuarta:Por el
bien de España estos dos individuos tanto Rajoy como Rubalcaba y todos sus acólitos
que solo ansían el poder del Estado, sin importarles el bien de los españoles
deberían marcharse ya y dejar las direcciones de los partidos y del país en
manos de buenos gestores y buenos dirigentes que nos saquen de la crisis
política y económica que tenemos.
Pensamientos de
otros: En una antología de fragmentos de Galdós de la editorial Rey Lear,
titulada: “La fe nacional y otros escritos sobre España”, en la página 69,
aparece el siguiente texto, fechado en 1912…
“Los dos partidos que se han concordado para
turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran
más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los
mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz
raza, paupérrima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se
halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar
en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el
educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de
recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia
práctica, y adelante con los farolitos… Si nada se puede esperar de las turbas
monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey (rebaño) revolucionaria (…) No creo ni
en los revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (…) La España que
aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi
entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes
de que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro
que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”.
Conclusión quinta y última: tenemos infinidad de casos de imputados, de
casos de mentiras grandes y repetitivas, de grandes inmoralidades, de currículos
falsos, y un etcétera interminable de casos de corrupción, pero ni un solo de estos
personajes dimite, como dice Galdós: Han de pasar
años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis
étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de
lumbre mental”.
VIENE AL
PELO, Y HAN PASADO 100 AÑOS, !NO TENEMOS ARREGLO!
J.Clemente
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