10 de marzo de 2013


España no tiene arreglo

 
Voy a emplear el método de René Descartes: Voy conducir con orden mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden.

Pensamientos más simples: En estos momentos la mayoría de los españoles da por hecho la corrupción en la clase política, la percepción de la situación política por parte de los ciudadanos continúa empeorando y es calificada como mala o muy mala por un 77,4% de los encuestados en el barómetro del CIS del mes de enero de 2013, un 1,4% más que en diciembre, frente a sólo un 2,6% que cree que es buena o muy buena, cosas como éstas me hacen reflexionar sobre los motivos que llevan a la gente a posicionarse de una forma tan clara en favor del uno o del otro partido político, máxime cuando en los últimos tiempos tanto los gobiernos como los  partidos que ambos representan han estado salpicados de escandalosos episodios de corrupción, de ineficacia en la gestión y de despilfarro del dinero público.
 

 
Conclusión primera: a mí de enfurece lo mismo que la corrupción sea del PP, PSOE, CIU, IU, UPyD, CCOO, UGT, cualquier otro sindicato o partido político, lo de que me indigna es que me roben, me mientan, me engañen...

Todos los días se ve o se oye algún caso de corrupción o de desatino de la clase política, sin embargo, a pesar de todo ello, la ciudadanía sigue confiando en los políticos. Son muchos años ya de alternancia política. Alternancia consecuencia de las elevadísimas cotas de lealtad que un alto porcentaje de la población les profesa, independientemente de cuán honestos, honrados, o eficientes gestores sean, siguen profesando hacia los dos grandes partidos nacionales.

 

Conclusión segunda: Sin ánimo de ofender a nadie y desde el más escrupuloso respeto a la libertad individual para ejercer el derecho al voto en el sentido que cada cual entienda oportuno, no puedo, sin embargo, dejar de mostrar mi perplejidad ante una conducta que, a priori, podría identificarse con los rasgos propios de comportamientos fanáticos e irracionales, te están robando, estafando, engañando, chantajeando pero sigues votando al mismo partido.

 
A pesar de lo inmersos que estamos en esta crisis los políticos siguen dedicando más tiempo al "tú más", tu robaste más, tu eres más corrupto que yo, tú ganas más que yo, y un etcétera, pero eso si ponerse de acuerdo y trabajar juntos para salir de la crisis, nada de nada.
 
Conclusión tercera: La crisis política en España, la tenemos porque en la cabecera de los partidos mayoritarios se han puesto a personas incapaces de dirigir bien a sus partidos, ni Mariano Rajoy, ni Alfredo Pérez Rubalcaba , ni Cayo Lara, ni Rosa Diez están a la altura de las circunstancias y como consecuencia así está el país, la sociedad española busca nuevos referentes en los que creer.
 
De lo poco que yo entiendo de economía he sacado esta conclusión: En cualquier negocio, empresa, fabrica e incluso en el futbol, el dueño del negocio, los accionistas o quien sea que mande, como no vean resultados positivos, el entrenador, gerente o director general se van a la calle, son despedidos de inmediato y se les busca sustituto.
 
Conclusión cuarta:Por el bien de España estos dos individuos tanto Rajoy como Rubalcaba y todos sus acólitos que solo ansían el poder del Estado, sin importarles el bien de los españoles deberían marcharse ya y dejar las direcciones de los partidos y del país en manos de buenos gestores y buenos dirigentes que nos saquen de la crisis política y económica que tenemos.
 
Pensamientos de otros: En una antología de fragmentos de Galdós de la editorial Rey Lear, titulada: “La fe nacional y otros escritos sobre España”, en la página 69, aparece el siguiente texto, fechado en 1912…
“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, paupérrima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos… Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey (rebaño) revolucionaria (…) No creo ni en los revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (…) La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”.
 
Conclusión quinta y última: tenemos infinidad de casos de imputados, de casos de mentiras grandes y repetitivas, de grandes inmoralidades, de currículos falsos, y un etcétera interminable de casos de corrupción, pero ni un solo de estos personajes dimite, como dice Galdós: Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”.
 
VIENE AL PELO, Y HAN PASADO 100 AÑOS, !NO TENEMOS ARREGLO!
J.Clemente
 
 
 
 
 
 
 

 

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