Nuevas denuncias sobre el alarmante número de
suicidios en España por la brutal crisis
económica y el paro descomunal
Un vecino de Pontevedra
Urbano, P.B., de 82 años de edad, se quitó la vida el pasado sábado en su
vivienda. El fallecido, que estaba enfermo, tenía atrapado dinero en
obligaciones subordinadas de NCG Banco, según ha afirmado un portavoz de la
plataforma de afectados por las preferentes de Marín-Pontevedra en el
transcurso de una protesta celebrada este martes. No obstante, la muerte del
octogenario no ha sido vinculada directamente a que tuviese en torno a 60.000
euros atrapados en subordinadas de NCG.
Numerosos lectores
están haciendo llegar nuevos testimonios y denuncias sobre el número de
suicidios en España a causa de la crisis económica y el paro. Ante el silencio
estadístico oficial y la complicidad de la mayor parte de la prensa, el testigo
lo están tomando algunos medios y organismos que se atreven a dar cifras y
porcentajes, aunque solo sean tentativos, porque es la única manera de
sensibilizar a la opinión pública ante una tragedia de la que los políticos
hacen oídos sordos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), la
Asociación Española de Psiquiatría Privada (Asepp) o la European Job Movility
Portal (EURES) se están tomando en serio este alarmante número de suicidios en
el país de Europa con más desempleo (6,2 millones) y donde la crisis golpea de
forma más brutal ante la insensible actitud de sus “representantes” en las
instituciones públicas.
“La Estadística
de suicidio se ha realizado ininterrumpidamente desde 1906 hasta 2006. Con
periodicidad anual, ha recogido información tanto de los suicidios consumados
como de las tentativas, estudiando el acto del suicidio con todas las
circunstancias de tipo social que puedan tener interés”, reconoce el Instituto
Nacional de Estadística (INE). Pero justamente cuando la crisis empezaba a
golpear a España, el Gobierno de Zapatero silenció los datos: “Desde 2007,
siguiendo los estándares internacionales en la materia, se ha adoptado la
decisión de suprimir los boletines del suicidio, y obtener la información
estadística relativa al suicidio a partir de la información que ofrece el
boletín de defunción judicial que se utiliza para la Estadística de Defunciones
según la Causa de Muerte”.
El programa SUPRE
(Suicide Prevention) de la OMS, dirigido a periodistas, recomienda no
informar sobre los suicidios y atribuirlos a deficiencias mentales, nunca a
la opresión económica o la asfixia laboral. Las asociaciones de la prensa en
España también han recogido estas recomendaciones. El problema es que el “silencio
estadístico y mediático” está previsto para épocas de “normalidad” económica,
pero no de colapso social, pues si estos sucesos se esconden, jamás podrán ser
analizados para poder evitarlos.
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