7 de febrero de 2013

 
 
En este país la justicia es un cachondeo
 
 
 
 El poder judicial: La Constitución establece en su artículo 117 que “La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley”.
En España no hay una separación real de Poderes. Me refiero evidentemente al Ejecutivo y/o Legislativo con el Judicial.
La Justicia no es independiente, sencillamente porque los miembros de los más altos órganos judiciales, como el tribunal constitucional y el tribunal supremo, no son elegidos por los propios jueces de entre los más aptos o los que mejores conocimientos jurídicos acumulan en sus currículos.  Los más altos cargos del poder judicial son elegidos por los partidos políticos lo que es ni más ni menos que una subordinación de hecho del poder judicial al poder político de esta forma hay jueces para la democracia, jueces progresistas y jueces conservadores,  así que los jueces son elegidos para seguir las consignas de sus mentores.  Esto nos lleva a que las sentencias de los más altos órganos judiciales sean más de carácter político que legal, dándose la vergonzosa situación de que cualquier ciudadano pude saber de antemano, antes de que haya sentencia, en qué sentido van a votar los jueces según sea su partido, el que les nombro, el que presenta el caso o si lo presenta el partido político contrario.
Pero el escandalo va más allá, incluso sería fácil saber de antemano por cuantos votos se va a decidir la constitucionalidad o no de un determinado caso y cuantos votos discrepantes habrá a esa sentencia.
El problema de la justicia es así porque la mayoría de los jueces no lo hacen por vocación, o se han olvidado de que ser juez es un servicio a la sociedad, y no una profesión más
Diez puntos sobre los que reflexionar.
 1.-Falta de implicación de los operadores jurídicos. La desilusión de los que hacen Justicia: Jueces, Fiscales, Funcionarios, Procuradores, Abogados…
2.-Falta de voluntad política. ¿Una Justicia que controle al poder?
3.-Tres Patrones para la Justicia. El Estado Autonómico y la Justicia.
4.-Se legisla mal y demasiado. Un ordenamiento jurídico complejo.
5.-La politización de la Justicia “La designación” del Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo  por parte del Presidente del Gobierno.
6.-La tensión entre Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional. El Tribunal Supremo que ha dejado de ser Supremo.
7.-La litigiosidad excesiva. O los expedientes en la silla
8.-La lentitud de la Justicia. Una Justicia lenta es injusta
9.-Una Justicia desigual. Falta de unificación de la Jurisprudencia.
10.-La falta de transparencia de la Justicia. La jerga de los tribunales
No Creen ustedes que la Justicia tiene muchos problemas. 
Quizás  a la justicia le pase lo mismo que al resto  de España, quizás se sume al criterio general de que  está mal gobernada y que la clase política no cumple la parte del trato que le corresponde está actuando como un cáncer y corroe la moral, la esperanza y la confianza de una ciudadanía que, cada día más, se siente prisionera de una casta política elitista que ha sustituido el servicio a la sociedad por los privilegios del poder y que no tiene el más mínimo interés en cambiar una situación injusta y depravada que, aunque aplaste, machaque, destroza y haga infelices a los ciudadanos, a ellos les beneficia.

El ciudadano español, en estos albores del siglo XXI, se enfrenta a la terrible paradoja de su impotencia democrática: en teoría es el soberano del sistema, pero no tiene poder alguno frente a la casta de los políticos, dueños absolutos del poder. En consecuencia, el ciudadano tienen razón al sentirse estafado, menospreciado, vituperado e indignado.
 
J.Clemente

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