1 de febrero de 2013


Donde se esconden los intelectuales españoles

Hoy, por desgracia, si se excluyen algunos analistas mediáticos, la clase intelectual está absorta y perdida en su propio silencio, como si las cátedras y los recintos profesionales no tuvieran nada que decir sobre lo que está pasando a nuestro alrededor,  es un sinsentido más de esta nuestra España.

Yo en mi ignorancia quisiera saber lo que opinan la clase intelectual y culta sobre lo que está pasando en nuestra nación, para compararlo con lo que yo pienso y ver si estoy muy confundido o no.

Yo opino que el primer problema,  es que  la democracia está demasiado centrada en los partidos políticos. Eso está muy bien en un primer momento, cuando no tienes nada, una idea de partidos políticos disciplinados, aquella idea de Alfonso Guerra, de que quien se mueva no sale en la foto puede ser positiva en un primer momento. Pero los partidos políticos han terminado teniendo el monopolio absoluto de la vida política y a veces me pregunto ¡qué diferencia hay con la dictadura de Franco! Nada se mueve que no decidan los partidos. El segundo problema es un nivel escasamente proporcional de la Ley Electoral. Esto es más problemático que lo que la gente pide ahora, las listas abiertas. Las listas abiertas se resuelven con partidos políticos menos hegemónicos, ensimismados. El tema de la proporcionalidad es muy grave porque tenemos gobiernos con mayorías absolutas con un pequeño porcentaje de votos, en términos de lo que debería ser para tener un Gobierno lógico. Históricamente ha habido fuerzas políticas que han quedado fuera del Parlamento o poco representadas. Esta desproporcionalidad es muy mala. Y el tercer problema es la poca funcionalidad, por no decir nula, del Senado. No se ha articulado como debería ser, una Cámara territorial, de las autonomías, y es que nadie quiere, porque ahí aparecen los dos principales partidos nacionales y como no creen en la filosofía del Estado de las autonomías no se atreven a dar más prerrogativas al Senado.

Es urgente hacer cambios en nuestra democracia. El problema es de quien debe iniciar el proceso de cambio es la clase política y no está interesada. El Gobierno no lo hace porque sabe que tiene por delante una legislatura; y el principal partido de la oposición tampoco está interesado en hacer esos cambios, y porque con el 40% de los votos un partido ya tiene mayoría absoluta.

 Y la ciudadanía no tiene todavía una base cultural social suficiente para acometer esos cambios.

El surgió un movimiento social, ciudadano, como el 15-M que pretende mover las estructuras de este país, también falla. Esos movimientos, para conseguir algo, tienen que institucionalizarse. Y eso está en contra de la propia lógica del movimiento, que es asamblearia, más participativa… Eso funcionaría si hubiera una energía que lo mantuviera. Si no se institucionaliza, se acaba hundiendo. Pero es muy difícil que se institucionalice porque los mecanismos de entrada en el sistema político son a través de una ley electoral que hace muy difícil la representatividad proporcional. Y como los partidos mantienen el control de las listas, ni siquiera estos movimientos sociales pueden coquetear con candidatos alternativos.

Recientemente ha aparecido un nuevo partido en los medios de Internet, el “Partido X, el Partido Del Futuro”, según su eslogan, es el partido que ya ha ganado en el futuro. El Partido X es una incógnita. Es el partido que gana porque aplica el programa que permite instaurar una verdadera democracia con la que la gente pueda defender sus intereses. El Partido X, el Partido Del Futuro entra en el parlamento, abre sus puertas y devuelve directamente el poder soberano a las personas a través del cumplimiento de todos los puntos de   su programa: la Democracia y Punto.

Nos traerá este partido algo nuevo, o solo será un experimento más de esta España……
J.Clemente       

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