Cuando no hay uvas que repartir, pasa lo que pasa
Recordando el pasaje de la lectura la vida de lazarillo de Tormes
que dice: Le dice el ciego a Lázaro “Agora
quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este racimo de
uvas, y que hayas dél tanta parte como yo. Partillo hemos desta manera: tú
picarás una vez y yo otra; con tal que me prometas no tomar cada vez más de una
uva, yo haré lo mesmo hasta que lo acabemos, y desta suerte no habrá engaño.”
Hecho ansí el
concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance; el traidor mudó de propósito
y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debría hacer lo mismo.
Como vi que el quebraba la postura, no me contente ir a la par con él, más aun
pasaba adelante: dos a dos, y tres a tres, y como podía las comía.
Acabado el racimo,
estuvo un poco con el escobajo en la mano y meneando la cabeza dijo: “Lázaro,
engañado me has: juraré yo a Dios que has tu comido las uvas tres a tres.”
“No comí -dije yo-
mas ¿por qué sospecháis eso?”
Respondió el
sagacísimo ciego: “¿Sabes en que veo que las comiste tres a tres? En que comía
yo dos a dos y callabas.” A lo cual yo
no respondí.
Este pasaje me da
que pensar que en la época anterior a la crisis los políticos hacían lo mismo
que el ciego y Lázaro, unos robaban de dos en dos y otros lo hacían de tres en
tres, por eso no había grandes protestas.
Pero ahora con la
crisis actual me da la impresión de que no hay tantas uvas para todos, por eso
se empiezan a tirar los trastos los unos con los otros, y gracias a eso nos
estamos enterando de la corrupción que tenemos en la actualidad.
No volveré a creer
en los políticos hasta que no vea que se unen, no para robarnos como hicieron hasta
ahora, si no para sacarnos de esta crisis que tanto mal está haciendo al resto
de los españoles.
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