20 de abril de 2013

El sentido común, lo conveniente y lo sensato



El sentido común, lo conveniente y lo sensato

 
Dado que el «sentido común» es un concepto abstracto, que no necesariamente implicará lo mismo para una persona que para otra, yo apelo al pensamiento común, a la manera de entender las cosas de la vida, de la sociedad y hasta del mundo en el que habitamos como las entiende la supuesta mayoría. También apelare de lo conveniente, de lo sensato.
 
Usando estos tres conceptos (El sentido común, lo conveniente y lo sensato) queda suficientemente demostrado que los hombres y mujeres que los dirigen en la actualidad y los que nos dirigieron anteriormente, son en una gran mayoría unos ineptos.
 
Tenemos en España a un personal en los cargos públicos que dejan mucho que desear, está bien que el ministro de turno lo nombre el jefe de gobierno, pero de secretario de Estado para bajo tendrían que ser personas altamente cualificadas y actas para cada ministerio. Para estos cargos es más inteligente que acedan personas que hayan demostrado anteriormente y sobradamente que son capaces de hacer funcionar su departamento, que sean nombrados más por sus conocimientos y no nombrados a “dedo”.
 
En Finlandia es raro que por ejemplo que un secretario de Estado sea designado por un partido político. Al contrario, debe demostrar sus aptitudes para el puesto en base a criterios de mérito y capacidad.
 
La máxima expresión de este principio se encuentra en la administración local. Excepto en la capital, Helsinki, no existen en Finlandia alcaldes como los conocemos en España, si no «managers», o tecnócratas con amplia experiencia administrativa. Estos gerentes no pertenecen a ningún partido y pueden ser despedidos si no cumplen las expectativas del puesto.
 
¿Sera esta una forma de usar el sentido común, lo conveniente y lo sensato?
 
Los ciudadanos españoles tenemos que estar mejor informados de las decisiones importantes que tomen nuestros políticos, tenemos que estar informados tanto de las decisiones que se tomen en Madrid como las que se tomen en la comunidad y el ayuntamiento.
 
De esa manera los cargos políticos estarían más vigilados, abría una mejor transparencia y las cosas funcionarían mejor.
 
Finlandia cuenta con «un sistema de información transparente» que permite que cualquier decisión que toma un cargo público sea inmediatamente conocida por sus ciudadanos o que el primer ministro tenga la obligación de comparecer dos veces por semana para explicar los asuntos del país y dar a conocer sus cuentas.
 
La obligación finlandesa del desnudo fiscal se extiende también a los ciudadanos. Desde los millonarios ingresos del CEO de Nokia, Stephen Elop, hasta la modesta paga de un pensionista deben ser públicos y visibles.
 
El estado español a través de hacienda  sabe todo de cualquier ciudadano de a pie, todo,  y cuando digo todo es, todo y quizá algo más que el propio ciudadano ignore, saben lo que ganas, lo que gastas, los bienes que tengas, en resumen tienen una información mía exhaustiva.
 
¡Apliquemos el sentido común, lo conveniente y lo sensato!
 
¿Entonces porque yo como ciudadano no sé lo que ganan ni lo que tienen los cargos públicos?, ¿Porque no tienen el mismo desnudo fiscal que yo tengo?
 
Si supiéramos  lo que un cargo público tiene cuando acede al puesto y supiéramos lo que tiene cuando lo deja, es muy fácil hacer las cuentas y cualquier ciudadano o fiscal  honrado vería si hubo o no hubo lucro en su gestión.
 
JClemente

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