Qué pena me dan los diputados Españoles
Este día tocaba no ir a clase
Sin control del absentismo laboral
Qué pena me dan los diputados, que necesidades
pasan los pobres, tanto es así que han montado en el Congreso una especie de
economato de hostelería que les permite desayunar por un euro, comer por menos
de diez y tomarse sus gin-tonics por unos tres euros, a eso si el precio está subvencionado
por el contribuyente.
Qué pena me dan, les
pagamos el ordenador, un telefonillo
móvil de alta gama, un IPad y una línea de ADSL pero que pena así y todo se siente
incomunicados.
Qué pena me dan los pobres,
les pagamos el transporte gratis total en avión en Ave o en taxi y se sienten
marginados, ellos quieren viajar en business, en primera clase, que desprestigio
para un diputado viajar con la masa.
Qué pena me dan los
congresistas, les pagamos alrededor de seis mil euros al mes por sus servicios
al país, pero que son seis mil euros, para ellos nada, no es que el sueldo sea
gran cosa en esta tierra de parados, pero algunos envidiosos dábamos por
supuesto que les alcanzaría para pagarse los vicios, mayormente, si se tiene en
cuenta que una no pequeña parte de su retribución la perciben los diputados en
concepto de dietas no lo deberán declarar a Hacienda.
Qué pena me dan, a
fin de cuentas el trabajo de los diputados consiste en elaborar y sancionar
leyes públicas para joder al resto de ciudadanos, eso si en modo alguno impide
que en sus ratos libres promulguen leyes privadas (también llamadas
privilegios) bajo la sabia regla de que la caridad bien entendida empieza por
uno mismo.
JClemente
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